Limpiando nuestra sangre despertamos la conciencia

En nuestra sangre se encuentra un cúmulo de información y significancia magnífica.

Somos nuestra sangre. En ella está nuestra historia, nuestra identidad y nuestro motor.

Nuestra sangre contiene un código genético que nos hace pertenecientes a un clan familiar. Este clan familiar está conformado por miles de ancestros, son tantos, que si vamos contando generaciones hacia atrás, nos damos cuenta de que en nuestra sangre están contenidos el origen y la historia de la humanidad, construida, almacenada y traspasada por nuestros antepasados hasta nuestras huellas presentes.Arbol genealógico

En la sangre llevamos las luces y las sombras de nuestro árbol genealógico. En la sangre está inscripta nuestra herencia ancestral de potenciales, logros, dones, permisos, debilidades, enfermedades, dolores y traumas.

En la sangre contenemos la dualidad de la historia en la tierra, esa lucha constante entre el bien y el mal, entre ángeles y demonios, entre opresores y oprimidos, entre la resistencia al cambio y el fluir hacia la transformación. Y toda esa información la sentimos encima, habitándonos, en lo cotidiano.

 

Limpiar nuestra sangre es fundamental para nuestro proceso de sanación y para nuestro trabajo de despertar la propia conciencia. Cuando la sangre es purificada desde lo orgánico, tiene un efecto dominó sobre los otros planos que nos constituyen y atraviesan (emocional, mental, energético, relacional y genealógico).

La limpieza de nuestra sangre, en el nivel orgánico, se realiza fundamentalmente a través de la alimentación viva. Los alimentos vivos le aportan su cualidad pura y lumínica a la sangre, posibilitándole drenar lo tóxico, desbloquear lo estancado, oxigenar y nutrir las células del cuerpo, re-conectando cada parte con el todo, agilizando la comunicación funcional y restableciendo la autoregulación organísmica.

Así, limpiando la sangre con alimentación viva, colaboramos holísticamente a limpiarnos.

Ganamos la posibilidad de aceptar e incluir lo excluido, lo dolido, lo traumático...

Oxigenamos nuestra ancestralidad, iluminando lo que estaba haciendo síntoma en las sombras de nuestro árbol genealógico. De esta forma, ganamos la posibilidad de aceptar e incluir lo excluido, lo dolido, lo traumático, para abrazarlo y ordenarlo desde el amor, darle su lugar.

Nuestra genética se desbloquea y toma la fuerza para expresar su  potencial dormido.

 

Las emociones se equilibran y fluyen.

Los pensamientos se calman y aclaran.

Los vínculos se vuelven más genuinos.

 

Nos convertimos, además, en actores sociales de un modelo autosustentable,

respetuoso de la vida de cada ser, de los ritmos y de las formas de la naturaleza.

Ejercemos y fomentamos una forma de existencia más simple, económica, artesanal, solidaria y horizontal.

...somos nuestra sangre y somos lo que comemos...

Porque somos nuestra sangre y somos lo que comemos. Si nos alimentamos con luz y vida todo se ve positivamente afectado.

Limpiando nuestra sangre aprendemos a ser como un gran Corazón, para nosotros mismos, para los nuestros y para el planeta.

Tomando lo que nutre y soltando lo que intoxica, en una danza saludable de dar y recibir, bombeando sin pausa la energía vital consciente al TODO.


Ps. Bárbara Kingsland (Mat. 4539).
Psicoterapia Integral: Terapia Gestalt, Constelaciones Familiares individuales, Terapia Floral Bach, Técnicas milenarias del Yoga (respiración, meditación y relajación).
Contacto: 03464-15690453

Barbara Kingsland-Psicoterapia Integral

Alma Luz


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *